La otoplastia es una cirugía estética que corrige deformidades en las orejas, principalmente las orejas prominentes o en soplillo. Aunque es un procedimiento seguro, existen diferencias clave entre realizarlo en niños o en adultos, las analizaremos junto con los riesgos y cuál es la mejor edad para someterse a esta intervención.
Diferencias entre la otoplastia en niños y en adultos
La principal diferencia entre una otoplastia infantil y una en adultos es la flexibilidad del cartílago. En los niños, el cartílago auricular es más moldeable, lo que facilita la corrección y favorece una mejor cicatrización. Mientras que en los adultos, el cartílago es más rígido, por lo que el procedimiento puede requerir técnicas más avanzadas para obtener resultados óptimos.
Otro aspecto clave es el motivo de la intervención. En los niños, la otoplastia suele realizarse por razones psicológicas y sociales, evitando el acoso escolar y mejorando su autoestima. En adultos, la cirugía suele responder a un deseo personal de mejorar la apariencia, aunque también puede deberse a complejos arraigados desde la infancia.
Por último, el proceso de recuperación tiende a ser más rápido en los niños, ya que su capacidad de cicatrización es más acelerada. En adultos, aunque la recuperación sigue siendo sencilla, pueden experimentarse más molestias o inflamación durante los primeros días.
Riesgos de la otoplastia según la edad
Aunque la otoplastia es una intervención segura, existen riesgos que pueden variar según la edad del paciente.
- Infecciones y hematomas: Son poco frecuentes, pero pueden ocurrir en cualquier edad. Se minimizan con una correcta higiene y siguiendo las recomendaciones médicas.
- Asimetría en los resultados: En los niños, el cartílago puede seguir desarrollándose, lo que podría provocar leves diferencias en la forma final. En adultos, el riesgo de asimetría se reduce porque la estructura auricular ya no cambia.
- Cicatrización anómala: En algunos casos, pueden formarse queloides o cicatrices hipertróficas, especialmente en adultos con tendencia a este tipo de cicatrización.
- Pérdida de sensibilidad temporal: Puede ocurrir en ambos casos, aunque suele recuperarse en pocas semanas.
Es fundamental elegir un cirujano especializado en otoplastia para minimizar estos riesgos y garantizar un resultado natural y armonioso.
¿Cuál es la mejor edad para operarse?
Los expertos recomiendan realizar la otoplastia infantil entre los 5 y 7 años, ya que en esta etapa las orejas han alcanzado su desarrollo casi completo y el cartílago sigue siendo flexible. Además, operarse antes de comenzar la educación primaria evita problemas de autoestima derivados de burlas o comentarios negativos.
En el caso de los adultos, no existe una edad límite para someterse a la cirugía. Sin embargo, se recomienda gozar de buena salud general y no padecer problemas de cicatrización o enfermedades que puedan dificultar la recuperación.
Conclusión: ¿es mejor operarse de niño o de adulto?
La otoplastia es efectiva en cualquier etapa de la vida, pero los beneficios de operarse en la infancia incluyen una mejor adaptación del cartílago y un impacto positivo en la autoestima del niño. En adultos, los resultados siguen siendo excelentes, aunque el proceso de recuperación puede ser ligeramente más lento.
Lo más importante es acudir a un especialista en cirugía estética, con experiencia en este tipo de cirugías, para recibir un diagnóstico personalizado y determinar el mejor momento para realizar la intervención.